The clouds won't let you see the stars ~ Libre

Paseaba por los pasillos silenciosamente. Era demasiado tarde para estar fuera de la cama, pero el insomnio podía con ella. Se quedó en el mismo piso en el que se encontraba su sala común, pues sabía que si iba más lejos el conserje podía pillarla y castigarla cruelmente. A ella no solían castigarla, era bastante respetuosa con las normas. En ocasiones había que romperlas, pero no lo tomaba como algo habitual. No hay por qué meterse en líos así, sin motivo.

Llegó a la torre y se sentó para contemplar la noche. Las estrellas no se veían por las nubes que se interponían. Suspiró decepcionada. En Grecia muchas veces, cuando iba en verano, se dormía contando astros. Era una buena forma de conciliar el sueño y sobretodo dormir tranquila. Podía imaginar historias sólo con contemplar lo grande que era el Universo. Con lo insignificante que podía llegar a ser, pensaba que en realidad daba igual todo, como fueses y como vistieses, la sangre o el dinero. No eran comparables con lo que había ahí fuera. Ni la magia era capaz de descifrar muchas de sus incógnitas.

Salió de sus pensamientos, y recogiéndose el pelo en un desenfadado moño echó un vistazo a la sudadera con la que había salido de la habitación, los pantalones de pijama y unas zapatillas en forma de botines, mulliditos, que le daban calor. Sus uñas estaban perfectamente pintadas de un rojo sangre precioso, brillante. Era casi adicta a llevarlas siempre perfectamente pintadas, con colores variados, y adornos. Luego las desgastaba en las cuerdas de su guitarra, pero no importaba. Quizá hubiese sido bueno traer el instrumento, ya que no había nadie en el lugar y la noche parecía una más en Inglaterra, nublada, aburrida y muy, muy fría.